Como si de una historia de terror se tratase, todo ocurría la noche del 7 al 8 de diciembre de 1981, cuando un grupo de desconocidos se ocultaron en el templo tras acabar los oficios religiosos. Éstos robaron diez vasos sagrados, ornamentos de metales preciosos y la cruz procesional del prestigioso orfebre Benvenuto Cellini.
Las
piezas saqueadas eran de un gran valor, más de 35 millones de pesetas de la
época. Se adjudicó la fechoría a ladrones comunes, ya que eran obras de metales
preciosos que se podrían convertir en dinero de manera más fácil, y dejaron
muchas obras de mayor valor en el templo.
Los
ladrones entraron por la capilla lateral del templo hasta la sacristía en que
se encontraba el camarín con los objetos utilizados para el culto.
Los
objetos robados fueron siete cálices de oro y plata, uno de ellos góticos con
incrustaciones de piedras preciosas, otro barroco y el resto de estilo
plateresco. Además de los cálices, unos copones de oro y una custodia de plata
de 25 centímetros
de altura.
Pero
sin duda alguna, la pieza más valiosa era la cruz profesional atribuida a
Benvenuto Cellini. La obra del italiano era una cruz procesional hecha en plata
y de una altura de 0.75
centímetros.
Pero no hay mal que por bien no venga, perdimos una cruz procesional de gran valor, pero la diócesis se dio cuenta de que sus obras estaban poco vigiladas y desprotegida. Por eso se catalogaron todas las piezas de valor con su foto, para tener constancia de ellas.
La noticia en: http://www.blogseitb.com/vitoriagasteiz/2015/04/23/maquetas-para-la-fundacion-catedral-santa-maria/
No hay comentarios:
Publicar un comentario