jueves, 30 de abril de 2015

CADA MAESTRILLO TIENE SU LIBRILLO

Cada persona es un mundo, y cada Catedral un planeta. Cuando fueron conscientes de que la Catedral necesitaba ayuda, lo primero que tuvieron que hacer fue establecer el estado en el que se encontraba el edificio, y después saber qué causas eran las que le provocaban esa inestabilidad. Es decir, era necesario conocer de una manera más precisa nuestra Catedral de Santa María.

La principal función de una restauración es asegurar que el edificio se mantenga en sus mejores circunstancias, pero el problema es que también destruye parte del valor documental e histórico.
Tras el estudio, se establece un “modelo”, con las características y configuración que se deduce de los resultados. Son numerosos los especialistas que toman parte en el estudio del estado del edificio: topógrafos, químicos, biólogos, historiadores, restauradores, mecánicos, arquitectos…Tras la intervención de todos los expertos, se analizará históricamente, arquitectónicamente y estructuralmente el edificio.

La última intervención importante sobre el edificio fue la realizada por el arquitecto M. Lorente durante la década de 1960, actuación que modificó enormemente el aspecto general de la catedral. Los criterios que movieron la restauración fueron principalmente estéticos, intentando “devolver” al edificio un aspecto gótico “puro” que nunca había tenido hasta entonces. Para ilustrar esta motivación puramente estilística y estética, se puede señalar que el mayor presupuesto de la obra fue el destinado a la eliminación de revestimientos.
Pero con el nuevo plan, se buscaba una restauración que hiciera al edificio un monumento útil y atractivo para la sociedad, y ésta pudiera financiar las obras e investigaciones que se acometieran en él. Y así fue, como sabemos el dinero de las entradas de los visitantes para la Catedral sirven para la restauración de la misma.

La última idea que hemos de manejar es la de que es rentable recuperar la Catedral, pero haciéndolo con todas sus consecuencias, es decir, recreándola como un edificio con nueva vida aun cuando el coste económico sea alto. Los beneficios serán dos, concienciar a los Vitorianos y hacerlos partícipes del edificio y conservar un monumento de gran importancia.

Para indagar más en el tema y precisar en datos más concretos, podréis encontrar el Plan Director de la Catedral de Santa María de Vitoria-Gasteiz, de Juan Ignacio Lasagabaster Gómez en la página web de la Catedral o en edición impresa.


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